Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él.
Jn 3,16-21
Nadie tiene amor más grande que el dar la vida por sus amigos.
Juan 15:13